Hoy ha sido un día extraño, he llegado al periódico pensando en las horas que tendría que pasar sentado ayudando a ver las fotos de agencias y editando (aunque me encanta poder ver fotos de casi todo los rincones del mundo y estar informado de casi todo lo que va sucediendo, hay días que no apetece estar anclado a una silla) pero justo antes de poder resoplar... UN TEMA INESPERADO.
Que aparezca un tema imprevisto es un problema para un editor pero no para mí que estoy esperando deseoso que me lo encarguen aunque sólo sea para hacerle la foto a una pared.
Una compañera nos cuenta que ha llamado un señor a la redacción para avisarnos de que los Principes están con sus hijas viendo un espectáculo infantil (qué amable el señor).
El jefe mira a su alrededor, aparte de mí hay dos compis que tienen que irse a cubirir otros temas, me mira pero coje el telefono y dice: Voy a llamar a Jesús si él no puede te vas tú.
Jesús no coje el telefono, y yo me pongo en camino, feliz de salir a la calle.
Este tipo de temas no son mi fuerte, no me motivan especialmente y me siento un poco paparazzi... ¡pero de todo se aprende! Hay compañeros que se ganan la vida sólo con este tipo de cosas... ¡Y estoy en la calle!
25 minutos después de haber llegado al periódico ya estoy en la puerta del sitio, corre un aire del cópón. No veo a más prensa ni ningún dispositivo de seguridad que indique que la realeza está cerca. Me quedo fuera, doy un par de vueltas, hay otra puerta detrás y una salida de parking...
Ya reconocido el terreno, entro en el lugar ¡y resulta que no soy el primero en llegar! Compañeros de otros diarios y de agencias ya vinieron hace rato.
Mientras esperamos a que los principes salgan, el dispositivo de seguridad se concentra en la prensa, DNI todo el mundo.
Ya identificados los presentes (unos 8 foteros) nos colocamos "ordenadamente" en la acera para poder hacer todos la foto de los principes saliendo, teníamos el tiro perfecto, sí salían en ese momento había una luz maravillosa. Pero no.
Media hora más tarde con toda la acera llena de familias curiosas, ya no teníamos ni espacio ni luz. Y que no salen. Y que frío.
Y justo cuando me voy a encender un cigarro, aparecen los principes entre la multitud que los mira y aclama. Se me cae el pitillo, los demás fotografos no aguantan la posición y se echan para adelante, no tengo espacio y dos señoras me empujan por la espalda preparadas para hacer fotos con sus moviles. Hago lo que puedo, puuf, flashazos, le meto el tele en la oreja a alguién, no puedo ni enfocar, el paseito dura un suspiro y se meten al parking. Vuelta al periódico.
Hay actividad en la redacción, Diaz Ferrán, presidente de Air Comet ha hecho declaraciones públicas, Newsweek ha sacado sus "previsones" para el 2010, los secuestrados catalanes no aparecen, los activistas de Greenpeace se quedan a pasar la navidad en la carcel, y la gente no para con sus cestas de navidad, sus botellas de vino... a los becarios ni agua, menos mal que mi jefe me invitó a una cocacola.
Y apesar de estar el día cargadito de vida informativa, resulta que la foto que irá mañana en portada.... ¡es la del becario!
Bueno para mí (aunque no mucho, la foto está fuera de foco... el de EFE lo hizo mucho mejor) pero malo para el periodismo.