lunes, 11 de enero de 2010

Cuatro horas en el epicentro del temporal



MADRID- Son las 22:30, el cuartel de la Guardia Civil de San Agustín de Guadalix está cubierto de nieve y hielo. Dos jóvenes guardias, Susana y Alfonso, acompañados por LA RAZÓN, se preparan para empezar su turno en el momento más conflictivo del temporal. Ponen las cadenas a los vehículos policiales sin tracción 4x4 y se suben a un Nissan que parece diseñado para noches heladas como ésta.
La ronda comienza con un paseo por los alrededores de la Nacional 1, hay alerta antiterrorista y deben estar pendientes de los puntos de control asignados. Pero hoy la nieve hace más urgente


controlar a los camioneros que deciden esquivar los conos que impiden el paso en el kilómetro 45 de la Nacional en dirección Burgos. Los paneles de la carretera prohíben a los vehiculos de más de 7.500 kilos continuar más allá del kilómetro 45 pero algunos camioneros hacen caso omiso. La misión de la patrulla es impedir que continúen la ruta e indicarles el area de «vialidad invernal» donde deben descansar.

Camioneros arriesgados

Más de seis camiones eludieron el control pero fueron interceptados más adelante. «Se arriesgan demasiado, a los que se cuelan les esperan arriba con el recetario», cuenta Susana mientras otro camión se escabulle justo enfrente.

Las horas pasan y el temporal no arrecia, pasamos la mayor parte del tiempo dentro del coche y sólo nos apeamos cuando hay algún nuevo camión que reconducir, la temperatura fuera es de 3 grados negativos.

Las máquinas quitanieves no cesan de pasar intentando luchar contra la nieve que cada vez era más abundante. Muchos conductores preocupados que viajan hacia el norte paraban para saber si podían seguir su camino. «En principio los turismos podeis seguir sin cadenas, ya os avisaran más arriba si hay que ponerlas», responde Alfonso a cuatro jóvenes que se dirigen a Vizcaya. Pasada la una de la madrugada llegó una unidad de tráfico de relevo.

Otros incidentes

El temporal no evitó los típicos incidentes en Madrid. Mientras recorríamos la nacional saltó un aviso, había una trifulca familiar en el Vellón.

Rapidamente llegamos al lugar, el número del portal no es correcto y recorremos toda la calle cubierta de nieve buscando a los implicados. No se oyen gritos ni hay luces encendidas, más tarde la emisora avisa de que el problema está solucionado, dos vecinos se peleaban pero ya han parado.

Volvemos al cuartel con las manos y los pies helados son casi las tres de la mañana.

TEXTO Y FOTOS: SANTI CARNERI

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