Hace una semana, este personaje condenado siete años atrás por el asesinato y violación de Sandra Palo (joven discapacitada de 22 años) y apodado "El Rafita" fue detenido por intentar robar un coche. Así que volvió a la palestra mediática.
Fue entonces cuando me encargaron junto a un gran reportero del periódico, Gonzalo Suárez, hacer este reportaje. Yo ya había estado dos veces en Alcorcón hablando con sus vecinos un año atrás.
Comenzamos el pasado miércoles visitando su barrio, nos tomamos unas cervezas en los bares de alrededor y hablamos con vecinos y conocidos de "El rafita" y su familia. Algo más tarde fuimos a su casa (conocíamos la dirección por los vecinos), llamamos a la puerta y nos recibió a gritos un hombre enorme, que nos acusaba de no dejarles en paz, "Irsus a la puta calle, a pasar frío", intentamos tranquilizarle: "¡No somos de la tele!". Pero no hubo manera, salimos a la calle, aún alguno nos gritaba desde la ventana, nevaba en Alcorcón.
"El Rafita" había concedido el día anterior una entrevista a Telecinco y muchos periodistas revoloteaban por la zona. Según nos confesarían más tarde, unos doce medios habían llamado a su puerta ese día.
Volvimos al bar de enfrente, aprovechamos para aprender historia de la mano de José, un patriarca gitano que vivió la represión franquista más visceral en sus propias carnes. (Queda pendiente su historia para un futuro reportaje calé).
Antes de irnos con las manos vacías, decidimos volver al portal para sacar alguna foto de la fachada cuando de pronto el gitano enorme que nos había echado apareció en las escaleras. "¡Otra vez aquí! ¡Os he dicho que os fuerais!" Esta vez conseguimos que se calmase, le acompañamos junto a Chicho (hermano del Rafita) y su mujer hasta el coche. "Nus vamus pa la Cañada, dejarnos en paz". Les dejamos en paz pero conseguimos sus teléfonos y la promesa de vernos al día siguiente a las 11 de la mañana en su casa.
Desgraciadamente, como sospechábamos, no se presentaron a la cita, pero una hora más tarde dimos con ellos de nuevo, nos ganamos su confianza, tengo fotos de toooodos los bebes de la familia y de los pajaritos que tenían. Nos mostraban la sentencia del juez donde los liberaba tras pasar tres días en el calabozo por el robo del coche.
Nos decían que "Rafita" se había ido a Francia que estaba harto y que se había marchado con su tío. Pronto descubrimos que esto no era cierto.
Nuestra compañera Diana consiguió de buena fuente los números de las parcelas de la Cañada Real donde se refugia la familia, cuando periodistas o policías les buscan. Así que nos personamos allí, atravesamos el vertedero de Valdemingomez entre yonkis, policía y barro hasta encontrar las parcelas que buscábamos.
La sorpresa de los residentes fue mayúscula: !Qué hacéis aquí! ¿Cómo nos habéis encontrado?
Rafita no estaba, pero pudimos conocer a sus padres y hermanos que nos hablaron de él y nos mostraron sus chabolas. "Nosotros, mimbre, chatarra y gallinas" eso es a lo que dicen que se dedican, más algunas cosas que no dicen, como los robos de coches.
Chicho y la grua con un camión quemado
"El tío y el abuelo"
Nos fuimos de la Cañada llenos de barro pero con buenas fotos.
El tercer día volvimos a Alcorcón, once de la mañana, de nuevo al bar de enfrente, ya todos nos saludan, el camarero se lía a contar chistes… Al rato vamos a la casa, nos abre la puerta una mujer que no conocemos y nos insta a marcharnos, preguntamos por nuestros conocidos y nos dice que no están. Salimos a la calle, dos “periodistas” de la Noria esperan fuera, a ellos tampoco les dejan pasar, llevan toda la mañana esperando.
Dos horas más tarde, Chicho nos ve desde la ventana, nos reconoce y nos invita a subir. Pasamos con el pecho henchido ante los “periodistas” de la Noria que querían “negociar” con “el Rafita”.
Y por fin estamos dentro, en la casa donde vive el protagonista de nuestro reportaje, sus hermanos nos tratan bien por que les visitamos en La Cañada. Pero Rafael está durmiendo. Son casi las 2 de la tarde, la actividad en la casa es febril, hay muchos niños, bebes, los mayores juegan a la Play, nosotros fumamos y participamos en el juego. Nos enseñan fotos y los jilgueros que tienen en casa.
A las tres y pico cuando ya no sabíamos que hacer, “el Rafita” aparece caminando lentamente por el pasillo, va a entrar al baño pero nos ve y se detiene. “Somos periodistas pero no llevamos cámara oculta” le digo. No se sorprende y pasa al salón y se sienta con nosotros.
Pasó más de media hora antes de que le propusiera hacerle unas fotos pero finalmente aceptó sin muchos reparos. Parecía muy tranquilo, tenía ganas de hablar sin una cámara delante, después empezó a enseñarnos fotos de su paso por distintos reformatorios, como si fueran las de su primera comunión. “Aquí fue cuando hice mi primer puente, un BMW”
Con imágenes y buen material nos despedimos. Saliendo de Alcorcón un sudor frío me recorría el cuerpo, teníamos el reportaje.
fascinante! santi!
ResponderEliminarenhorabuena!
un beso, ana arr.
Enhorabuena tio!
ResponderEliminarBuen curro men.
ResponderEliminarEnhorabuena
Si señor, muy buen curro. Felicidades :)
ResponderEliminarGracias compañeros, para mi fue un punto de inflexión, este reportaje me hizo ver como hay que hacer las cosas, gracias al reportero Gonzalo Suárez.
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